Las personas no llegan a nuestras vidas por casualidad
Las personas no llegan a nuestras vidas por casualidad
En realidad, nada es casualidad, todo tiene una razón de ser. Pero…¿Te ha pasado alguna vez que ciertas personas entran en tu vida justo cuando más las necesitas? Es como si fueran enviadas con un propósito especial, para ofrecerte un mensaje o guía en momentos difíciles. ¿Has sentido esa extraña sensación de conocer a alguien nuevo y sentir como si ya lo conocieras de antes? En esta oportunidad vamos a hablar de por qué decimos que las personas que no llegan a nuestras vidas por casualidad, sino que cada encuentro tiene un propósito definido.
En nuestras interacciones cotidianas, tanto aprendemos como enseñamos. A menudo, sin siquiera darnos cuenta dejamos una impresión en las personas que nos rodean y a su vez, recibimos algo de ellas. Esto es válido incluso en relaciones breves o superficiales.
Todos hemos experimentado en algún momento de nuestra vida un instante fugaz en el que una coincidencia sorprendente nos ha hecho sonreír y maravillarnos. Puede haber sido una canción que sonó en la radio, justo cuando estabas pensando en alguien muy especial, o la llamada de un amigo del que llevabas mucho tiempo sin saber nada. La casualidad… NO EXISTE.
Te habrá sucedido alguna vez que todo parece encajar de una forma inexplicable. Son esos momentos en los que las coincidencias parecen no tener una explicación lógica, pero se dan.
El karma conecta a las personas a través de diversas vidas. Aunque hay millones de personas en el mundo, nos relacionamos en pequeños grupos y nos encontramos frecuentemente con las mismas personas. Antes de nacer, elegimos nuestras experiencias, padres, hermanos, parejas y amigos, y firmamos «contratos kármicos» para enseñarnos mutuamente.
Al llegar a este plano, olvidamos estos acuerdos y vivimos las experiencias elegidas. Reencarnamos en grupos y cambiamos roles, lo que explica por qué algunos hijos son autoritarios con sus padres o por qué amigos parecen hermanos. A veces, enemigos en una vida nacen como parientes en la siguiente para reconciliar sus almas.
Si algo de esto te ha pasado significa que ya has tenido un acercamiento al fascinante mundo de las sincronicidades.
Pero, ¿Qué son las SINCRONICIDADES?
La idea principal de la teoría de la sincronicidad es que todo en el universo está conectado. Va más allá de las reglas normales y de cómo suceden las cosas una después de la otra. Jung, que fue un psicólogo, pensaba que los eventos sincrónicos son señales de esta conexión especial entre cómo pensamos y lo que pasa en el mundo exterior.
Significa que lo que sentimos y pensamos tiene un efecto en lo que sucede. Es como si el universo nos hablara a través de estos eventos especiales. Hay algo en la realidad que va más allá que simplemente una cosa llevando a otra, y se muestra mediante simbolismos entre eventos que parecen no tener relaciones entre sí.
¿Sabías que estamos hechos de la misma energía que compone el universo? Somos una parte de una red universal de energía y luz. Descubrimos que somos manifestaciones de esta energía vibrante y podemos influir activamente en la creación de nuestra realidad.
Lo que pensamos determina nuestra realidad, somos exactamente lo que pensamos y solo podemos crear lo que primero hemos imaginado. Todo aquello que nos ocurre, de cierto modo, lo estamos eligiendo. Vivimos en un Universo que siempre dice «Sí» a todo lo que elegimos creer. Por esto se habla tanto de las creencias o patrones que cada uno tiene. Esto se explica por el primer principio del Kybalion. PRINCIPIO DE MENTALISMO: “El Todo es mente, el universo es mental.”
Para saber en qué frecuencia estamos vibrando, podemos prestar atención a nuestras emociones y sensaciones. Nuestro corazón y mente emiten frecuencias que cambian según cómo nos sentimos. Cuando emitimos vibraciones con nuestro pensamiento hacia otra persona, en más que probable que esa persona las reciba! Mantener una frecuencia vibratoria saludable es fundamental para nuestra salud y bienestar general.
La ciencia del siglo XX nos ha enseñado algo importante: Todo en el mundo, incluso nosotros mismos, está hecho de energía que vibra. Esto significa que nada es tan sólido como pensábamos. Y podemos usar esta idea para mejorar nuestras vidas, elevando nuestras vibraciones y usando nuestra energía de la mejor manera posible. Esto se explica por el tercer principio del Kybalion. PRINCIPIO DE VIBRACIÓN: “PRINCIPIO DE VIBRACIÓN: “Nada descansa, todo se mueve, todo vibra.”
Si queremos entender que nos quiere decir el universo debemos prestar atención a estos signos y símbolos. Para interpretar estos mensajes debemos tener la mente y el corazón abiertos a las conexiones importantes que se van dando en nuestra vida diaria.
Para ello necesitamos lograr estar en silencio, prestar atención plena, meditación o algún modo para conectarnos con nuestra sabiduría interna y nuestra intuición. Y así podremos desarrollar una sensibilidad para detectar las señales y los mensajes que el universo nos envía a través de distintas situaciones.
Al desarrollar esta sensibilidad y conexión con la sincronicidad, vamos a encontrar un sentido más profundo de propósito y dirección en nuestras vidas.
Esto nos permite aprovechar las oportunidades que se nos presentan y tomar decisiones que estén alineadas con nuestro crecimiento personal y nuestro bienestar general.
Bendiciones!
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